772 KM Camino a Santiago
¡Llegué a la meta y qué experiencia durante 367 días!

Comencé a correr el 1 de Enero del 2021 y termine el 3 de Enero de este año 2022. Estuve tan cerca de no terminarlo, tan cerca. Y tan cerca de terminarlo antes también.
Días que corrí con energía e incluso tuve semanas en que corría más de 5km cada día. Pero días también que no corrí, de hecho fueron 8 semanas que no corrí porque sencillamente no tenía ganas, estaba cansada. Otros días lo hice pero a penas llegaba a completar 2km, hubo un día que me regresé de la esquina. Así día a día fue toda una experiencia, todo un peregrinaje.
En estos días he pensado en todo lo que descubrí, de mi, de otros pero lo que más me tiene fascinada es que descubrí el rostro de un Dios peregrino.

Hace unos meses escribí que uno de mis descubrimientos a través de este “Camino a Santiago” ha sido que: en cada kilometro que he corrido o bicicleteado descubro que esta disciplina física se ha convertido en la disciplina espiritual que ha sostenido a esta peregrina en foráneas y nuevas rutas. Y verdaderamente lo ha sido, aún más durante los diferentes “lockdowns” pandémicos.
También vuelvo a escribir que decidir correr constantemente se ha convertido en mi disposición humana de querer aprender a vivir este pergrinaje. Al comenzar un nuevo año tengo una vez más la disposición de volverme a encontrar mañana tras mañana con el Dios peregrino, un Dios que le encanta caminar con nosotros y orientar nuestros pasos a nuevas rutas.

Con este post a parte de ¡celebrar que llegué a Santiago de Compostela! quisiera también animarles a que de alguna manera consideren salir a caminar más este año, incluso correr 1km o 5km. (Recuerdo que yo empecé corriendo 1.5km cada domingo). Este acto sencillo de salir a caminar y hacerlo con la dispoción de aprender a vivir este peregrinaje será una de esas pequeñas decisiones que vale la pena tomar y hacerlo constantemente.

Allí afuera, en cualquier espacio y ya sea caminando, corriendo o bicicleteando hay un Dios peregrino fascinante y activo en orientar rutas.
En este nuevo año, retomando mis salidas matutinas encontré en las palabras de San Francisco de Asis una oración para repetir:
Lord, make me an instrument of Your peace;
Where there is hatred, let me sow love;
Where there is injury, pardon;
Where there is doubt, faith;
Where there is despair, hope;
Where there is darkness, light;
And where there is sadness, joy.
O Divine Master,
Grant that I may not so much seek
To be consoled as to console;
To be understood, as to understand;
To be loved, as to love;
For it is in giving that we receive,
It is in pardoning that we are pardoned,
And it is in dying that we are born to Eternal Life.
Amen.
Aquí vamos, aprendiendo a caminar y vivir este peregrinaje. Y mientras lo hacemos hay que disfrutarlo bien. Aquí mi bff en Norwich celebrando conmigo los 772km.
