A los pocos días
//Hoy escribo aquí, lo escrito el 29 de Septiembre de 2014. Pocos días de haber despedido en su nuevo jardín a mi mami. //
Hoy solo te tengo una pregunta, Dios. Y es:
¿Quién soy yo para reprochar tu respuesta?
A mi mente y corazón limitado quizás no era la respuesta deseada, pero para tu mente no hay despropósito en esta respuesta.
He despedido a mi mamá, Dios. No estará más su cuerpo entre nosotros así que puedes dimensionar lo que siento hasta en lo más hondo de mí.
Dios, no seas ajeno a mi dolor, a mi llanto. Sé que tu misericordia puede alcanzarme. Te estoy pidiendo auxilio.
Dios, vulelvete mi paz y refugio. Ahora tengo un cúmulo de memorias que voy atesorar en la mente y corazón. Estas semanas es cuando más impotentes, más cansados, más confundidos nos hemos sentido.
Dios, estoy segura que estos últimos días que mi mami dormía casi todo el día, no tengo duda que ella te veía, su rostro dormido y sonriente me lo revelo.
Dios, así cómo ella te vió yo ahora en este desconocido camino del dolor quiero verte cercano.
Amén.
(De las primeras oraciones, escritas en mi diario).
